PROPUESTA DE LYNDON JOHNSON A HO CHI MINH
A su Excelencia Ho Chi Minh
Presidente
República Democrática de Vietnam
Estimado señor presidente:
Yo o escribo con la esperanza de que se pueda poner fin al conflicto de Vietnam. Este conflicto ha causado considerables daños en vidas perdidas, en heridos, en bienes destruidos y en dolor del ser humano. Si nosotros no pudiéramos hallar una solución justa y pacífica, la historia nos juzgará severamente.
Por tanto, yo creo que nosotros tenemos la obligación de buscar seriamente una vía que conduzca a la paz. Es por responder a esta obligación que yo os escribo directamente. En el curso de los últimos años pasados, nosotros hemos probado, por varios medios y vías de trasmitiros, así como a vuestros colegas, nuestro deseo de llegar a un arreglo pacífico. Por una u otra razón estos esfuerzos nuestros o han producido ningún resultado. Puede ser que nuestros pensamientos y los vuestros, nuestras actitudes y las vuestras, hayan sido deformados o mal interpretados al comunicarlos por vías diferentes. Es evidente el riesgo de las comunicaciones indirectas.
Hay un buen método para superar este problema y avanzar en la búsqueda de un arreglo pacífico. Se trata de arreglar las conversaciones directas entre nuestros representantes de confianza en un ambiente seguro y privado. Tales conversaciones no se deben utilizar con fines de propaganda, al ser considerados como un esfuerzo serio para hallar una solución eficaz y mutuamente aceptable.
En el curso de las dos últimas semanas he notado las declaraciones públicas de los representantes de vuestro gobierno, en las que se sugiere que vosotros estaríais dispuestos a entablar conversaciones bilaterales directas con los representantes del gobierno estadounidense con tal que nosotros cesemos “incondicionalmente”, y de manera permanente, nuestros bombardeos, así como todos los actos milites contra vuestro país. En estos últimos días grupos serios y responsables nos han asegurado indirectamente que es, de hecho, vuestra proposición. Quisiera declarar francamente que he visto dos grandes dificultades en esta proposición. Primero, debido a vuestra proposición pública, tal acción, de nuestra parte, dará inevitablemente lugar, en el mundo entero, a rumores de que las discusiones están en curso y dañará el carácter privado y secretos de estas discusiones. Segundo, hará inevitable, para nosotros, una grave inquietud sobre la posibilidad de que vuestro gobierno aproveche tal situación para mejorar vuestra posición militar.
Teniendo en cuesta esa cuestión, estoy dispuesta a avanzar hacia el cese de las hostilidades, más lejos de lo que vuestro gobierno no ha propuesto aún, sea por declaraciones públicas sea por vías diplomáticas privadas. Estaré dispuesto a dar orden para poner fin a los bombardeos sobre vuestro país y practicar el cese de los aumentos de las fuerzas estadounidenses en el sur de Vietnam tan pronto como yo tenga la seguridad de que la infiltración al sur de Vietnam, por tierra o por mar, hubiera cesado. Estos actos de moderación de las dos partes nos permitirán, creo yo, entablar discusiones serias y privadas que encaminarán a una paz próxima
Yo os presento esta proposición con un significado agudo de la urgencia que surge ante las venideras fiestas del Año Nuevo en Vietnam. Si pudierais aceptar esta proposición, yo no veo las razones que le impedirían tener efecto después de las fiestas del Año Nuevo, o sea el Tet. La proposición que he hecho sería considerablemente reforzada si vuestras autoridades militares y las del gobierno del Vietnam del Sur pudieran negociar prontamente una extensión de la tregua del Tet.
En cuanto al lugar de las discusiones bilaterales que yo propongo, hay muchas posibilidades de que podremos, por ejemplo, enviar a nuestros representantes a encontrarse en Moscú. Pudieran encontrase en algunos otros países como Birmania. Pudierais tener en cuenta otros arreglos o medios, y yo me esforzaría por responder a vuestras sugerencias.
Lo que es importante es poner coto al conflicto que constituye una carga para nuestros dos pueblos y, sobre todo, para el pueblo de Vietnam del Sur. Si tuvierais algunas ideas sobre las acciones que yo propongo, sería más importante que yo las recibiera los más pronto posible.
Sinceramente,
Lyndon B. Johnson