"SALGAN DE LA INDIA"
«¡Ha llevado tanto tiempo revelar lo que inquietaba mi alma a aquellos a los que ahora tengo el honor de servir! Me han llamado su líder o, en lenguaje militar, su comandante. Pero no veo yo mi posición de ese modo. No tengo otra arma salvo el amor con el que ejercer mi autoridad sobre cualquiera. Llevo, es cierto, un bastón, pero lo podéis romper en pedazos sin el menor esfuerzo.
Es sólo el báculo con el que me ayudo para caminar. Un tullido como yo no se siente eufórico cuando ha sido invitado a llevar la carga más pesada. Podéis compartir esa carga sólo si ante vosotros me presento no como vuestro comandante, sino como un humilde servidor.
Y aquel que mejor sirve es el primero entre los iguales.
De ahí que me sienta obligado a compartir con vosotros estos pensamientos que invaden mi pecho y deciros, de forma tan breve como me sea posible, lo que espero que hagáis como primer paso.
[…]
Tendré que resistirme al poder de ese Imperio con el poder de los millones de seres sin voz, sin tener más límite que la no violencia como línea política para esta lucha.
[…] quiero declarar ante el mundo, aunque tal vez haya perdido la consideración de muchos amigos en Occidente y deba llevar muy baja la cabeza, pero ni tan sólo por su amistad o por su amor y aprecio debo acallar la voz de la conciencia hoy quiero hacer pública mi naturaleza interior esencial. Hay algo dentro de mí que me impele a expresar en voz alta mi dolor.
He conocido la humanidad. He estudiado algo de psicología. Aunque sé con exactitud qué es, no sé cómo describirlo. Esa voz dentro de mí me dice, «tienes que oponerte al mundo con firmeza, aunque te quedes solo. Debes mirar a la cara a todo el mundo, aunque el mundo te mire con ojos inyectados en sangre. No temas».
Confiad en esta vocecita que reside en el interior de vuestro corazón. Y dice. «Renuncia a tus amigos, a tu esposa y a todo, y da testimonio de aquello por lo que has vivido y por lo que has de morir».
[…]
Dejad que os diga que no considero a Inglaterra ni, en realidad, tampoco a Estados Unidos, países libres. Son libres a su manera, libres de mantener esclavizadas a las razas de color de la tierra. ¿Inglaterra o Estados Unidos luchan hoy por la libertad de estas razas? Si no es así, no me pidan que espere hasta que la guerra haya terminado. No limiten mi concepto de libertad.
[…]
Si quisieran conocer la libertad real, deberían venir a la India. Tienen que venir, no con orgullo o arrogancia, sino con el espíritu de quienes buscan la verdad con sinceridad y tenacidad. Se trata de una verdad fundamental cuya experiencia ha venido haciendo la India a lo largo de 22 años.
De forma inconsciente desde su misma fundación hace ya mucho tiempo, el Partido del Congreso ha venido basándose en la no violencia, en los métodos que llaman constitucionales.
[…]
Nunca toleraré el asesinato, ni el secretismo ni cosas similares. Confieso que entre nosotros, hombres del Partido del Congreso, hay muchas ovejas negras. Pero confío en que toda la India emprenda hoy una lucha no violenta.
Y confío porque mi carácter me lleva a confiaren la bondad innata de la naturaleza humana, que percibe la verdad y se impone casi por instinto en los momentos de crisis. Pero aun en el caso de que pueda estar engañado en esto, no cejaré.
[…]
Con todas estas cosas como telón de fondo, quisiera, no obstante, que ingleses, europeos y todas las Naciones Unidas examinaran en sus corazones qué crimen ha cometido la India al exigir la independencia.
[…]
Han orquestado un coro de desaprobación y justificada protesta en todo el mundo contra nosotros. Dicen que nos equivocamos, que el paso que estamos dando es inoportuno. Tengo, en muy alta consideración a la diplomacia de los británicos que durante tanto tiempo les ha permitido conservar el Imperio. Pero ahora percibo su tufillo en mi nariz, y proviene de otros que la han estudiado a fondo y ahora la están poniendo en práctica.
Puede que consigan, mediante estos métodos, hacer que por un tiempo la opinión internacional se decante a su favor, pero la India hablará contra esa opinión internacional.
Alzará su voz contra toda esa propaganda organizada. Yo la denunciaré, aunque tenga en contra a las Naciones Unidas en pleno, aunque toda la India me abandone, les diré «están equivocados. Con la no violencia, la India arrancará la libertad de las manos de quienes no están dispuestos a dársela».
Seguiré adelante no sólo por la India, sino por el bien de todo el mundo. Aun en el caso de que mis ojos se cierren antes de que haya libertad, la no violencia no terminará. […]
Aquí se han congregado hoy representantes de la prensa extranjera. A través de ellos quisiera decirle al mundo que las potencias aliadas que, de un modo u otro, afirman necesitara la India, tienen ahora la ocasión de proclamar la libertad de la India y demostrar su buena fe. Si dejan pasar esta ocasión, dejarán escapar la oportunidad de su vida, y la historia levantará acta de que no liberaron a tiempo de sus obligaciones a la India, y que perdieron la batalla.
Necesito la aprobación del mundo entero para que pueda conseguirlo con ellos. No quiero que las potencias aliadas vayan más allá de sus evidentes limitaciones. No quiero que abracen la no violencia y que, hoy mismo, se desarmen. No. Hay una diferencia fundamental entre el fascismo y este imperialismo contra el que lucho.
Aquí se trata de hacer que los británicos se vayan de la India que tienen esclavizada. Imaginemos lo diferente que sería si la India participara [en la guerra] como un aliado libre. La libertad, si ha de llegar, debe hacerlo hoy mismo.
[…]».
Mahatma Gandhi, fragmentos de discurso pronunciado el 8 de Agosto de 1942