LA GUERRA DE ARGELIA
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Coronel Mathieu, personaje ficticio extraído de la película "La Batalla de Argel" (Gillo Pontecorvo, 1966) |
Algunos oficiales franceses habían regresado de Asia resueltos a no repetir los errores cometidos en Vietnam. […] El año 1956 marcó el momento crucial. Los franceses enviaron a combatir a soldados de reemplazo, cosa que nunca habían hecho en Vietnam, y aquellas tropas sin experiencia se toparon casi de inmediato con dificultades. En septiembre, el FLN llevó la guerra a las ciudades atacando directamente a civiles franceses, lo que incrementó el coste creciente de la guerra y su salvajismo. El fracaso de las operaciones anglofrancesas en el canal de Suez a comienzos de noviembre fue aún más destructivo para la posición de Francia, pues el hundimiento de aquella campaña reforzó considerablemente las sospechas de muchos oficiales franceses sobre la competencia de sus dirigentes políticos.
A finales de 1956, el FLN controlaba los barrios árabes de las principales ciudades, mientras que sus atentados terroristas habían paralizado en la práctica la Argelia europea. Hasta ese momento, la seguridad urbana había corrido a cargo de la policía; el ejército era responsable de la guerra en el bled –el interior del país–. En ese momento, al venirse abajo el control de las ciudades, las autoridades francesas enviaron al ejército. En enero de 1957, los paracaidistas del general Jacques Massu se hicieron con el control de Argel e impusieron de inmediato una guerra despiadada y sin trabas contra los cuadros del FLN. Massu recurrió a la detención preventiva, los registros implacables, las patrullas constantes en la kasbah, el desprecio general a los derechos civiles y hasta la tortura contra el FLN. Fue una guerra de lo más sucio –representada sin concesiones en la película La batalla de Argel–, que acabó doblegando al FLN; pero sus métodos no mejoraron la actitud de los argelinos hacia el dominio francés. Y lo que es más importante, el empleo de la tortura restó apoyos al conflicto en la Francia metropolitana. El gobierno francés demostró su incapacidad para resolver los complejos problemas suscitados por Argelia y cayó el 15 de abril de 1958. Durante treinta y siete días no hubo un solo político capaz de formar un gobierno alternativo y la ferocidad del ejército en Argelia fue en aumento ante la falta de liderazgo político en París. El cuerpo de oficiales se negaba a perder otra guerra debido al comportamiento cobarde, según ellos, de los políticos, por lo que a mediados de mayo una muchedumbre tumultuosa apoyada por el ejército se apoderó de los edificios oficiales en Argel y exigió que Charles de Gaulle, líder del gobierno francés en el exilio durante la Segunda Guerra Mundial, se hiciera cargo de un Estado en bancarrota. El 1 de junio de 1958, De Gaulle asumió el poder en París, y a lo largo de los cuatro años siguientes mantuvo una política difícil y a menudo contradictoria respecto a Argelia. [...]
Mientras tanto permitió a los militares franceses proseguir con su hábil campaña. Aislando al FLN de sus bases de Túnez y Marruecos y utilizando con perspicacia helicópteros y formaciones móviles, el ejército francés destruyó a sus adversarios en campaña. Sin embargo, a pesar de sus éxitos militares, De Gaulle se dispuso a retirarse. Se enfrentaba al importante desafío de muchos oficiales franceses, algunos de los cuales llegaron incluso a afiliarse a una organización terrorista, la OAS (Organisation de l’Armée Secrète), que se conjuró para asesinarlo; pero De Gaulle sobrevivió y sacó a Francia del embrollo de Argelia sin una guerra civil. Los generales pudieron presumir de haber ganado el conflicto militar, pero esta actitud ignoraba el hecho fundamental de que habían perdido la guerra política. En 1962, Argelia se independizó.”
Parker, Geoffrey (Ed.), Historia de la guerra, Editorial Akal, 2010, España, pp. 373-375