LA EXPORTACIÓN DEL MODELO SOVIÉTICO
Los partidos comunistas procedieron a la nacionalización general de las industrias básicas y del sistema financiero, que pasaron a propiedad del Estado […]. La asignación de los recursos se dejó en manos de la oficina de planificación, prescindiéndose de los mercados: se cerraron las bolsas; se limitó la movilidad de los trabajadores; se prohibieron los negocios privados, y se fijaron penas severas para quienes incumplieran (sabotearan) las directrices del plan o vendieran en los mercados negros.
[…] Las propiedades agrarias fueron colectivizadas más lentamente, por la resistencia de los campesinos. Hacia 1965, más del 90% de la tierra había sido colectivizada en la Europa oriental, con la excepción de Polonia y Yugoslavia, donde se permitieron las pequeñas propiedades agrarias. […]
4.3 Objetivos y funcionamiento de la planificación centralizada
En 1947 se aprobó en Yugoslavia el primer Plan Quinquenal. Le siguieron Checoslovaquia y Bulgaria en 1949 y, luego, el resto de los satélites soviéticos de la Europa oriental. En todos estos países se creó una Comisaría del Plan, dependiente del Consejo de Ministros (controlado por el Partido Comunista), que dirigía y controlaba todo el proceso de planificación […] la Comisaría del Plan preparaba una estimación preliminar de la producción total por sectores para el período correspondiente, que era enviada a los ministerios industriales. […]. Este proceso de consulta de arriba abajo se repetía otra vez y, con las segundas respuestas, la Comisaría del Plan fijaba ya los objetivos definitivos del voluminoso Plan Quinquenal. Esta misma escala jerárquica de organismos utilizada para la elaboración del plan servía también para el control de su cumplimiento.
Los objetivos de producción del Plan Quinquenal se establecían en términos cuantitativos (en toneladas de acero, por ejemplo). Los precios eran fijados por la oficina de planificación […]. Esto reflejaba que la planificación soviética siempre dio prioridad a la industria pesada sobre la de consumo y a ésta sobre la agricultura. Las preferencias del bloque soviético por la industria pesada derivaron, por un lado, del modelo de industrialización soviético de las décadas de 1930 y 1940, que llevó al éxito durante la Segunda Guerra Mundial. […]. Por estas razones el objetivo prioritario de la planificación comunista fue maximizar la producción de carbón, hierro y acero y de las industrias metalúrgicas. Según Eichengreen, para lograrlo se recurrió al modelo de movilización militar, como se había hecho en la economía de guerra: el ahorro, el trabajo y las materias primas habían de movilizarse bajo las órdenes del gobierno para maximizar la producción industrial y aumentar la producción material, para alcanzar los objetivos revolucionarios del comunismo”
Comín Comín, F., Historia económica mundial. De los orígenes a la actualidad, Editorial Alianza, España, 2014, pp. 604-606