LA ERA BREZNEV
"Tras la caída de Kruschev, el partido recuperó la idea puesta en marcha tras Stalin de evitar que un solo dirigente ocupara todos los puestos de poder e insistió en la dirección colegiada. En consecuencia, Leónidas Breznev se hizo cargo de la secretaría del Partido, mientras que Aleksei Kosyguin se convirtió en jefe del Ejecutivo. De todas formas, Breznev logró imponerse a sus oponentes y a las pretensiones del Partidos, y a finales de la década de los setenta acumulaba todos los cargos directivos del país […]
La era Breznev se caracterizó por la estabilidad del país y el inmovilismo y la burocratización del partido comunista, antaño revolucionario. La URSS disfrutó de un periodo de tranquilidad interior, no ausente de disidencia, que facilitó la continuación de algunas reformas iniciadas por Kruschev. Así, en el primer lustro de los años 70, la producción de bienes de consumo superó, por primera vez, a la de la industria pesada, lo que no impidió que la URSS fuera el primer país del mundo, a finales de década, en la producción de acero, carbón o petróleo. De todas formas, la industria soviética daba claras muestras de su incapacidad para llegar a los niveles que se alcanzaban en el mundo occidental en nuevas industrias como la electrónica o la informática.
En la agricultura, Breznev promovió un incremento considerable de las inversiones agrícolas y, continuando el tímido camino de las reformas, permitió la existencia de cultivos privados. Pero la agricultura siempre fue la parte más vulnerable de la economía soviética, con períodos en lo que la producción no alcanzaba para el abastecimiento de la población. Como sucedió en 1972 y 1975, años en los que las malas cosechas obligaron a la compra de importantes cantidades de cereales a EE.UU. y Canadá
Breznev puso en marcha toda la propaganda del estado para demostrar lo avances conseguidos por el sistema socialista. Los ciudadanos habían mejorado su nivel de consumo y disfrutaron de un incremento de su renta. No había crisis económica ni paro. Los servicios públicos como la educación, la sanidad o los transportes eran completamente gratis. El número de alumnos en educación secundaria se había duplicado entre 1960 y 1980, momento ene l que había más de cuatro millones de estudiantes, mientras que los universitarios superaban los cinco millones. Al tiempo que el número de médicos alcanzaba el millón, duplicando las cifras en los mismo veinte años.
Sin embargo, en el terreno político existían los mismo condicionantes que en época anteriores. Se aprobó una constitución en 1977, que sustituía a la estalinista de 1936, aunque los cambios en el régimen fueron mínimos. El partido comunista continuaba con su papel excluyente, al tiempo que experimentaba una gran burocratización, el 70% de sus afiliados eran funcionarios del estado soviético y la nomenklatura, dirigentes del partido, estaba copada pro viejos militantes cuyo inmovilismo hacía imposible la llegada de savia nueva a los órganos de poder.
Aunque la disidencia netamente política disminuyó en tiempos de Breznev, no dejaron de existir casos de enfrentamiento como los protagonizados por el escrito Alexander Solzhenitsin, que fue expulsado de la URSS tas la publicación de su libro El archipiélago gulag, o la de físico Andrei Dimitrievich Sajarov, confinado en Gorki (Siberia) hasta 1986, fecha de su liberación.
En política exterior, el XXIII Congreso del PCUS, celebrado en 1966, aprobó una mayor libertad para los países que se encontraron en la órbita comunista. Sin embargo, los hechos acontecidos en Checoslovaquia, la conocida Primavera de Praga, supusieron las reticencias de los soviéticos y la adopción de la doctrina Breznev, según la cual, la URSS se reservaba el derecho de intervenir en cualquier país comunista donde estuviera amenazada la pervivencia del régimen.
En cuanto a las relaciones con el mundo occidental, Breznev fue mucho más prudente que su antecesor. No obstante, basó buen parte de su estrategia negociadora en el incremento armamentístico. Aunque la URSS nunca descuidó su poder militar, en 1949 disponía ya de la bomba atómica y en 1953 de la bomba de hidrógeno, los gastos de defensa aumentaron significativamente desde mediados de la década de los sesenta. En 1968 la invasión en armamento se había quintuplicado en relación a las cifras existentes diez años antes. La URSS, militarse, se había puesto a la altura de EE. UU
El miedo a la fuerza destructiva del adversario y los gastos que suponía mantener esta carrera de armamento facilitaron el diálogo y las negociaciones entre ambas superpotencias. En 1968, se firmó un acuerdo para reducir la realización de pruebas nucleares. En 1972, tuvieron lugar los acuerdos SALT, Strategics Arms Limitation Talks, que restringían las armas nucleares. El punto máximo de distensión se puede situar en al Conferencia de Helsinki, de 1975, donde más de una treintena de países aceptaban, treinta años después, la situación surgida tras el fin de la Segunda Guerra Mundial sin embargo, la intervención soviética en Afganistán, en 1979, supuso la vuelta al clima de tensión internacional.
Como sus antecesores, Breznev cuidó el culto a su persona y alcanzó las condecoraciones más relevantes de la Unión Soviética."
Martínez, Josefina (coord.), Historia Contemporánea, Tiran Lo Blanch, España, 2006, pp. 339-341