EL NO ALINEAMIENTO NO ES ALGO VAGO, NI NEGATIVO, NI NEUTRAL
“Cuando asumió las riendas del gobierno en 1946, mi padre, Jawaharlal Nehru, declaró la determinación de la India de “mantenerse lejos de los bloques o grupos de poder, alineados uno contra otro, que han conducido en el pasado a guerras mundiales y que pueden nuevamente conducir a desastres en una escala aún mayor.” Luego, él explicó que de lo contrario “las relaciones exteriores dejan de estar en vuestras manos para estar a cargo de algún otro, hasta el punto y en la medida que no se es independiente... De manera que nuestra política será no sólo mantenernos lejos de los alineamientos, sino también tratar de hacer posible la cooperación amistosa. Nos acercamos al mundo entero sobre la base de la amistad.”
A medida que más países se volvían libres, se incrementaba rápidamente el número de quienes creían en la coexistencia pacífica y deseaban mantenerse al margen de las alianzas militares. Era natural para estos países no-alineados el unirse, no para formar otro bloque sino para alzar las voces de los millones de explotados mediante un movimiento moral y político.
El propio crecimiento en la membresía de nuestro Movimiento --veinticinco en Belgrado, cien hoy-- prueba que el no-alineamiento es sentido como una necesidad por un gran número de gente en varios continentes.
Su significancia no debe ser medida por el número de divisiones militares o el de megatones de poder destructivo que comandamos sino por la intensidad con la que deseamos la paz y la libertad, el desarrollo y la justicia internacional.
[…] El no-alineamiento no es algo vago, ni negativo, ni neutral.
No-alineamiento es independencia nacional y libertad. Sostiene la paz y el evitar la confrontación. Alienta el mantenerse lejos de las alianzas militares. Significa igualdad entre las naciones y la democratización de las relaciones internacionales, económicas y políticas. Quiere la cooperación global para el desarrollo sobre la base del beneficio mutuo. Es una estrategia para el reconocimiento y preservación de la diversidad mundial.
[…]
La paradoja de nuestra época es que en tanto las armas se vuelven crecientemente sofisticadas, las mentes permanecen prisioneras en ideas de tiempos más simples. Técnicamente, la época colonial ha terminado. Pero el deseo de dominar persiste. El neocolonialismo viene envuelto en todo tipo de disfraces --en la tecnología y las comunicaciones, en el comercio y la cultura. Hace falta determinación e integridad para resistirlo. Hay presiones políticas y económicas intensas. La limitada viabilidad económica, de hecho, la propia supervivencia de muchos de los no-alineados, especialmente de aquellos con poca población, está amenazada mediante barreras artificiales. En el comercio, la transferencia de tecnología y el acceso a recursos. Estará en nuestra habilidad delinear medidas para auxiliar a estas naciones pequeñas a mantener su independencia y no-alineamiento.
Sólo con coexistencia puede haber existencia. Nosotros observamos la no-interferencia y no-intervención como a leyes básicas de la conducta internacional. Sin embargo, diferentes formas de intervención, abierta o encubierta, tienen lugar en Asia, en África, en América Latina. Todas son intolerables e inaceptables. La interferencia conduce a la intervención y una intervención frecuentemente trae otra. Ninguna potencia individual ni grupo de potencias tiene la justificación o autoridad moral para interferir o intervenir de esa manera. Ustedes no pueden condenar una instancia y perdonar la otra. Cada situación tiene sus propios orígenes. Cualesquiera sean, las soluciones deben ser políticas y pacíficas. Todos los estados deben sostener el principio de que la fuerza o la amenaza de fuerza no sea usada contra la integridad territorial o la independencia política de otro estado.
[…]”
Indira Gandhi
Discurso en la Séptima Conferencia de Jefes de Estado o Gobierno de Países No-Alineados, Nueva Delhi, 7 de marzo de 1983.