DUBCECK REMEMORA LA "PRIMAVERA DE PRAGA"

Alexander Dubcek (izda.) y Vaclav Havel en una rueda de prensa de Foro Cívico en el teatro de la Linterna Mágica de Praga, en 1989

"Era el 26 de noviembre de 1989 cuando Václav Havel y yo aparecimos, uno al lado del otro, en el famoso balcón de la editorial Melantrich en la Plaza Wenceslao. Simbolizábamos la alianza de las fuerzas de oposición checas y eslovacas en su lucha contra los restos del sistema estalinista.

Guardo gratamente en mi memoria aquel momento. Recuerdo que en la sala que daba al balcón se produjo una pequeña discusión sobre quíen tenía que presentarnos. La idea en sí era estúpida, pero el edificio pertenecía al Partido Socialista nacional Checoslovaco, y su lídea deseaba tener parte del mérito. de pronto alguien no empujó enérgicamente a Vavel y a mí al balcón; era Stanislav Milota, un conocido cámara de cine que actuaba entonces como responsable de la coordinación del Foro Cívico.

Todavía resuena en mis oído el sonoro clamor de la multitud cuando salimos. Nos aclamaban varios cientos de miles de personas. Mis recuerdos se reontaron al desfile del primero de mayo ded 1968, veintiún años antes: aquel momento no podía comprarse a ninguna otra cosa más.

Y eso, al menos para mí, cerraba el círculo de acontecimientos históricos que había comenzado en octubre de 1967, cuando inicié la sublevación contra Novotny. Habían ocurrido muchas cosas: tiempos de esperanza, tiempos de derrota, tiempos de paciente resistencia. Ahora me hallaba en ese balcón, junto a un disidente checo casi una generación más joven que yo, y los dos sabíamos que aquella multitud nos concedía el poder de conducir en nuestro país la causa de la libertad hasta su victoria final.

[...]

El primer períoodo de la primavera de Praga, entre enero y abril de 1968, ha sido sometido a numerosos análisis críticicos: pero, por lo que he leído, todos se reducen a dos conclusiones opuestas. Un gerupo de autores dice que actué demasiado despacio; el otro, que actué demasiado deprimsa. Naturalmente, en retrospectiva, la medida de tiepo que emplean es la etapa comprendida entre mi toma de posesión del cargo como primer secretario y la invasión soviética.

Mi problema fue no tener una bola de cristal para prever la invasión rusa. De hecho, en ningún momento entre enero y el 20 de agosto creí que arquello fuera a ocurrir. Por lo tanto, las estimaciones a posteriori son en gran medida inaplicables. Ni siquiera ahora, cuando vuelvo a pensar en el problema, casi veinticinco años después, veo qué podría o debería haber hecho de otro modo.

Todos los días de aquel corto período de ocho meses tuve que sopesar cuidadaosamente los numerosos aspectos contradictorios de la realidad que me envolvía y preparar mi siguiente movimiento conforme a éstos. El equilibrio de fuerzas entre los órganos directivos, del partido -el Presidium, la Secretaría y el Comité Central- era de la mayor importancia. Por otra parte, estaba resurgiendo la opinión pública, que pronto se conviritó en el principal sustento de mi política. Por desgracia, los soviéticos intervinieron antes de que pudidiera utilizar este apoyo de manera plena y eficaz para acelerar el proceso. Y no puede negarse que la URSS de Breznev venía interviniento de una manera constante muchos antes de la invasion de los Cinco."

Dubceck, Alexander, Autobiografía.

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