EL NACIMIENTO DE UN CONCEPTO: EL TERCER MUNDO TAMBIÉN EXISTE
“Con facilidad hablamos de la existencia de dos mundos, de su posible guerra, de su coexistencia, etc., olvidando muy a menudo que existe un tercer, el más importante, y en definitiva el primero en la cronología. Es el conjunto de los países que se denominan, según las Naciones Unidas, subdesarrollados. […]
Sin éste tercero, o este primer mundo, la coexistencia de los dos otros no plantearía un gran problema […]
Lo que importa a cada uno de los dos mundos es conquistar el tercero o como mínimo tenerlo de su lado. Y de aquí vienen todos los problemas de la coexistencia.
[…] La preparación de la guerra es el principal problema, los problemas secundarios como el hambre en el mundo no deben retener la atención más que en la justa medida para evitar la explosión más exactamente para evitar un conflicto susceptible de comprometer el objetivo número uno. […] Aún no se han dado cuenta de que los países subdesarrollados de tipo feudal podían pasar más fácilmente a un régimen comunista que al capitalismo democrático. Que se consuelen, si quieren, viendo la prueba de un avance mayor del capitalismo, pero el hecho no se puede negar. El primer mundo podría, incluso al margen de cualquier solidaridad humana, no ser insensible a un movimiento lento e irresistible, humilde y feroz, hacia la vida. En definitiva, ese Tercer Mundo ignorado, explotado y desdeñado como el Tercer Estado quiere, él también, ser algo.”
FUENTE: Sauvy, A., “Trois mondes, une planète”, “L’Observateur”, 14 de agosto de 1952