"EL GOBIERNO NO ES LA SOLUCIÓN A NUESTRO PROBLEMA. EL GOBIERNO ES EL PROBLEMA"
“Estos Estados Unidos se enfrentan a una aflicción económica de grandes proporciones. Sufrimos la más larga y una de las peores inflaciones sostenidas de nuestra historia nacional. Distorsiona nuestras decisiones económicas, penaliza el ahorro y quiebra a los esforzados jóvenes y a los jubilados por igual. Amenaza con destrozar las vidas de millones de nuestra gente.
Industrias ociosas mandan trabajadores al paro, causando miseria humana e indignidad personal. A aquellos que sí trabajan, se les niega una recompensa justa por su trabajo mediante un sistema fiscal que penaliza el éxito y evita que mantengamos una plena productividad.
Pero, grande como es nuestra presión fiscal, no se ha mantenido a la par con nuestro gasto público. Durante décadas, hemos acumulado un déficit tras otro, hipotecando nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos por la conveniencia temporal del presente. Continuar esta larga tendencia es garantizar tremendos cataclismos sociales, culturales, políticos y económicos.
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Los males económicos se han cernido sobre nosotros a lo largo de varias décadas. No desaparecerán en días, semanas o meses, pero desaparecerán. [...]
En esta crisis actual, el gobierno no es la solución a nuestro problema. El gobierno es el problema. [...]
Bueno, el objetivo de esta administración será una economía sana, vigorosa y creciente que ofrezca igualdad de oportunidades a todos los americanos sin barreras surgidas del racismo o de la discriminación. Volver a poner América a trabajar significa volver a poner a todos los americanos a trabajar. Acabar con la inflación significa liberar a todos los americanos del terror de los costes de vida desbocados. Todos debemos tomar parte en el trabajo productivo de este «nuevo comienzo» y todos debemos compartir el botín de una economía revitalizada. [...]
Es hora de corregir y dar marcha atrás al crecimiento del estado que muestra signos de haber crecido más allá del consentimiento de los gobernados.
Es mi intención restringir el tamaño e influencia del aparato federal [...]
No es por casualidad que nuestros problemas actuales sean paralelos y proporcionales a la invención e intrusión en nuestras vidas que se derivan del innecesario y excesivo crecimiento del Estado.
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En los días venideros, propondré eliminar las barricadas que han aminorado nuestra economía y reducido nuestra productividad. [...]. Es hora de despertar otra vez al gigante industrial, devolver al gobierno a sus asuntos, y aligerar nuestro punitivo sistema fiscal. Y estas serán nuestras primeras prioridades y, sobre estos principios, no habrá compromisos.”