EL CISMA DEL BLOQUE SOCIALISTA: MAO CONTRA JRUSCHOV


 “Hablaré aquí de paso sobre los puntos en que diferimos de la Unión Soviética. En primer lugar, sobre el problema de Stalin tenemos contradicciones con Jruschov. Él ha desfigurado terriblemente a Stalin, y nosotros no estamos de acuerdo. ¡Es que lo ha afeado tanto! Esto ya no es asunto exclusivo de su país, sino un asunto de todos los países. Mantenemos el retrato de Stalin en la Plaza Tienanmen, lo cual responde al deseo del pueblo trabajador de todo el mundo y expresa nuestra divergencia fundamental con Jruschov. ¡De Stalin, de su persona, tú deberías hacer una apreciación de 7 a 3! Consideramos que los méritos de Stalin suman un 70 por ciento y sus errores, un 30 por ciento. […]. Sea como fuere, los méritos de Stalin constituyen su aspecto principal y sus defectos y errores, el secundario. Sobre este punto tenemos opiniones diferentes a las de Jruschov.

Sobre el problema de la transición pacífica, también divergirnos de Jruschov y sus semejantes. Consideramos que el partido político proletario de no importa qué país debe tomar en consideración dos puntos: El primero es la paz y el segundo, la guerra. En cuanto al primero se refiere, el Partido Comunista exige a las clases dominantes un tránsito pacífico […]. Esta es una consigna de carácter defensivo frente a la burguesía, frente a los enemigos, y sirve para demostrar que nosotros queremos la paz y no la guerra, lo que nos ayuda a ganar a las masas. Es una consigna dirigida a lograr la iniciativa, una consigna de carácter táctico. Sin embargo, la burguesía nunca entregará el Poder por su propia voluntad, sino que, invariablemente, recurrirá a la violencia. Para eso tenemos entonces el segundo punto: Si la burguesía quiere pelea, si dispara el primer tiro, nos veremos obligados a pelear. Tomar el Poder por la fuerza de las armas es la consigna estratégica. Si tú insistes en la transición pacífica, no te diferenciarás en nada de los socialistas. […].

Por otra parte, los camaradas soviéticos no comprenden nuestra política de "Que se abran cien flores y que compitan cien escuelas". Esta, a la que nos referimos es una política que sólo se aplica dentro del marco del socialismo y en el seno del pueblo y que no se extiende a los contrarrevolucionarios. […]. Los derechistas, aunque desde un punto de vista formal todavía están dentro del pueblo, en realidad son enemigos. Declaramos abiertamente que lo son, que la contradicción que nos enfrenta a ellos es una contradicción entre nosotros y el enemigo, pues se oponen al socialismo, a la dirección del Partido Comunista y a la dictadura del proletariado. […]. En todos los tiempos, es inevitable que en el seno del pueblo aparezcan unas cuantas hierbas venenosas. […]”

FUENTE: Mao Tsé-tugng, “Ser promotores de la revolución”, 9 de octubre de 1957. Disponible en: http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Mao(SP)/APR57s.html, en M. D. Béjar, Historia del siglo XX. Europa, América, Asia, África y Oceanía, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2012, p. 247

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