CARTA NACIONAL PALESTINA
“Artículo 1:
Palestina es la patria del pueblo árabe palestino; es una parte indivisible de la patria árabe, y el pueblo palestino es una parte integral de la nación árabe.
Artículo 2:
Palestina, con las
fronteras que tuvo durante el Mandato británico, es una unidad territorial
indivisible.
Artículo 3:
El pueblo árabe palestino
posee el derecho legal a su patria y tiene el derecho a determinar su destino
luego de lograr la liberación de su país de acuerdo a sus deseos y enteramente
por su propio acuerdo y voluntad.
Artículo 4:
La identidad palestina es
una característica genuina, esencial e inherente; es transmitida de padres a
hijos. La ocupación sionista y la dispersión del pueblo árabe palestino, debido
a los desastres que le acontecieron, no los hacen perder su identidad palestina
y su membresía a la comunidad palestina, ni ellos niegan la misma.
Artículo 5:
Los palestinos son aquellos
árabes que, hasta 1947, residían normalmente en Palestina indiferentemente a si
fueron luego expulsados o han permanecido allí. Todo aquel nacido, luego de esa
fecha, de un padre palestino --sea dentro o fuera de Palestina-- también es un
palestino.
Artículo 6:
Los judíos que hayan
residido normalmente en Palestina hasta el comienzo de la invasión sionista
serán considerados palestinos.
[…]
Artículo 9:
La lucha armada es el único
modo de liberar Palestina. Es la estrategia principal, no meramente una fase
táctica. El pueblo árabe palestino afirma su determinación absoluta y
resolución firme de continuar su lucha armada y de trabajar por una revolución
popular armada para la liberación de su país y su retorno al mismo. También
sostienen su derecho a una vida normal en Palestina y a ejercer el derecho a la
autodeterminación y la soberanía sobre ella.
[…]
Artículo 13:
La unidad árabe y la
liberación de Palestina son dos objetivos complementarios, la obtención de uno
de ellos facilita la obtención del otro. En consecuencia, la unidad árabe conduce
a la liberación de Palestina, la liberación de Palestina conduce a la unidad
árabe, y el trabajo por la realización de un objetivo va a la par con el
trabajo por la realización del otro.
Artículo 14:
El destino de la nación
árabe, y ciertamente la propia existencia árabe, depende del destino de la
causa palestina. De esta interdependencia surge la prosecución de y el esfuerzo
por la causa palestina por parte de la nación árabe. El pueblo de Palestina
juega el rol de vanguardia en la realización de este sagrado objetivo.
Artículo 15:
La liberación de Palestina,
desde un punto de vista árabe, es un deber nacional y se dirige a repeler la
agresión sionista e imperialista contra la patria árabe, y apunta a la
eliminación del sionismo en Palestina. La responsabilidad absoluta de esto
recae sobre la nación árabe --pueblos y gobiernos-- con el pueblo árabe de
Palestina en la vanguardia. En consecuencia, la nación árabe debe movilizar
todas sus capacidades militares, humanas, morales y espirituales para participar
activamente con el pueblo palestino en la liberación de Palestina. Debe,
particularmente en la fase de la revolución armada palestina, ofrecer y
abastecer al pueblo palestino con toda la ayuda posible, y apoyo material y
humano, y hacer asequible a él los medios y oportunidades que lo capaciten para
continuar llevando el rol principal en la revolución armada, hasta que libere
su patria.
[…]
Artículo 19:
La partición de Palestina
en 1947 y el establecimiento del estado de Israel son enteramente ilegales, a
pesar del paso del tiempo, porque fueron en contra de la voluntad del pueblo
palestino y de su derecho natural en su patria, e inconsistentes con los
principios incorporados en la Carta de las Naciones Unidas, particularmente el
derecho a la autodeterminación.
Artículo 20:
La declaración de Balfour,
el Mandato en Palestina, y todo lo que ha estado basado sobre ellos, son
profundamente nulos e inválidos. Los alegatos de lazos históricos o religiosos
de los judíos con Palestina son incompatibles con los hechos de la historia y
la verdadera concepción de lo que constituye un estado propiamente dicho.
Siendo el judaísmo una religión, no es una nacionalidad independiente. Ni los
judíos constituyen una sola nación con una identidad propia; son ciudadanos de
los estados a los que pertenecen.
Artículo 21:
El pueblo árabe palestino,
expresándose a través de la revolución armada palestina, rechaza todas las
soluciones que son substitutos de la liberación total de palestina y rechaza
todas las propuestas que apunten a la liquidación del problema palestino, o a
su internacionalización.
Artículo 22:
El sionismo es un
movimiento político asociado orgánicamente con el imperialismo internacional y
antagónico a toda acción por la liberación y a los movimientos progresistas del
mundo. Es racista y fanático en su naturaleza; agresivo, expansionista y
colonial en sus objetivos; y fascista en sus métodos. Israel es el instrumento
del movimiento sionista y la base geográfica del imperialismo mundial emplazada
estratégicamente en medio de la patria árabe para combatir las esperanzas de
liberación, unidad y progreso de la nación árabe. Israel es una fuente
constante de amenaza a la paz en Medio Oriente y en el mundo entero. Puesto que
la liberación de Palestina destruirá la presencia sionista e imperialista y
contribuirá al establecimiento de la paz en Medio Oriente, el pueblo palestino
busca el apoyo de todas las fuerzas progresistas y pacifistas y las urge, sin
consideración a sus filiaciones o creencias, a ofrecer al pueblo palestino toda
la ayuda y apoyo en su justa lucha por la liberación de su patria.
[…]
Artículo 26:
La Organización para la
Liberación de Palestina, representante de las fuerzas revolucionarias
palestinas, es responsable del movimiento árabe palestino en su lucha --para
recuperar su patria, liberarla y retornar a ella y ejercer en ella el derecho
de autodeterminación-- en todos los terrenos: militar, político y financiero y
también en todo lo que sea requerido por el caso palestino a nivel ínter árabe
e internacional.
Artículo 27:
La Organización para la
Liberación de Palestina cooperará con todos los estados árabes, de acuerdo a
sus posibilidades; y adoptará una política de neutralidad entre ellos a la luz
de los requerimientos de la guerra de liberación; y sobre esta base no interferirá
en los asuntos internos de ningún estado árabe.
Artículo 28:
El pueblo árabe palestino
afirma la autenticidad e independencia de su revolución nacional y rechaza
todas las formas de intervención, fideicomiso y subordinación.
Artículo 29:
El pueblo palestino posee
el derecho legal genuino y fundamental a liberar y recuperar su patria. El
pueblo palestino determina su actitud hacia todos los estados y fuerzas sobre
la base de la postura que ellos adopten respecto a la revolución palestina para
realizar los objetivos del pueblo palestino.
[…]”
Aprobada en la sesión del 1 al 17 de junio de 1968.