AMÉRICA LATINA Y LA URSS


¿Qué factores guiaban la política exterior soviética en el Tercer Mundo, incluida América Latina y Chile en particular?
Lo primero que se debe reconocer aquí es que la Unión Soviética se desarrolló como una potencia autárquica, es decir, se autoabastecía en todo… La Unión Soviética, a diferencia de Estados Unidos, nunca dependió de los mercados o de fuentes exteriores. En materia de minerales, por ejemplo, teníamos cobre, plomo, etc. De modo que cuando se pregunta por el interés que tendría la Unión Soviética en los recursos ajenos, sobre todo latinoamericanos, hay que decir con honestidad que no hubo esos apetitos imperialistas por los recursos de otros países… Es decir, nosotros no teníamos motivos económicos para movilizar aquí los recursos de inteligencia con el fin de defender algún interés soviético.

En cuanto a aspectos militares estratégicos, tampoco estábamos interesados en adquirir bases militares en el exterior. Estados Unidos y la Unión Soviética tenían distintas doctrinas militares en lo que concernía a cómo prepararse para la tercera guerra mundial, porque las dos partes estaban preparándose. Mientras Estados Unidos se apoyaba en una red de bases militares diseminadas por todo el mundo, los rusos no tenían bases militares fuera del territorio nacional. Lo de los misiles en Cuba fue un caso aparte, que no tuvo nada que ver con la doctrina militar estratégica.
Otra cosa es si analizamos el tercer factor, el político.
Chile y América Latina sí representaban para la Unión Soviética un factor político de enorme importancia. Como existía la idea de que el rebaño latinoamericano era una máquina de votación en la ONU a favor de Estados Unidos, de que los países latinoamericanos estaban bajo la esfera de influencia de Estados Unidos, de su capital, entonces para la Unión Soviética era políticamente muy importante debilitar al máximo el dominio que ejercía Estados Unidos en esta región… De ahí que todos los esfuerzos políticos del gobierno soviético y, por ende, de la Inteligencia de nuestro país, estaban dirigidos a ocasionar el mayor daño posible al dominio norteamericano en este territorio. Por eso apoyamos políticamente, a veces con el envío de armamentos, o con otra ayuda, a todos los que estaban en contra del dominio de Estados Unidos, a cualquier gobierno, a cualquier movimiento de liberación nacional, a cualquier grupo revolucionario.

KGB En América Latina
El trabajo que desarrollábamos aquí era prácticamente el clásico, pero estaba delimitado por una frontera básica: los países latinoamericanos no eran objeto de las actividades de la Inteligencia soviética. Y esto por la sencilla razón de que ningún país latinoamericano, Chile entre ellos, era considerado enemigo de la Unión Soviética. En ningún momento, incluso cuando tenían ustedes el régimen militar, percibimos a Chile como un país enemigo. Por lo tanto, no había necesidad de llevar un trabajo contra Chile.

Más bien, todo el territorio de América Latina era considerado por nosotros como un campo de cacería de oportunidades para el trabajo que debíamos realizar contra Estados Unidos. Eso sí, siempre pido disculpas a los latinoamericanos por haber usado su territorio para eso.
Para nosotros era fácil recibir aquí a nuestros contactos de Estados Unidos. Aquí podíamos conversar con ellos, recibir información, pasarles dinero —si era necesario—, o proporcionarles algunas cosas técnicas que se requieren en la profesión de espionaje, como dicen algunos (nosotros nunca la llamamos con este nombre). Ustedes usaban en gran parte la tecnología norteamericana, y como nosotros estábamos cercados por un bloqueo científico técnico, empleábamos todos los medios para romper ese bloqueo.

De modo que América Latina fue uno de los lugares de donde extrajimos alguna tecnología, incluso buscábamos cosas para la agricultura, semillas, por ejemplo, o lo que nos pidieran nuestros ministerios para nuestra economía popular, como la llamábamos… se trataba de un trabajo clásico, pero sin hacer nunca daño a los países latinoamericanos.
Con Chile sólo durante 9 años tuvimos relaciones diplomáticas; entre 1964 y 1973. Una parte de este periodo correspondió al gobierno de la Unidad popular y no había necesidad de crear una estructura de investigación más o menos de envergadura; para eso no había objetivos ni tiempo.

¿Qué significaban Cuba y la Revolución cubana para la Unión Soviética?, ¿En qué medida la Revolución de Cuba impactó en forma global, o afectó la política exterior de la URSS y el trabajo del Servicio de Inteligencia en América Latina?, ¿Era Cuba satélite de la política soviética o tenía una política independiente?, ¿Qué tenían en común y en qué diferían la Unión Soviética y Cuba en el terreno latinoamericano? 

Antes de Fidel Castro toda América era vista como una sola. Después de Fidel crece el interés por Latino América. Se crean instituciones dedicadas al estudio de Latinoamérica. América Latina entra en la política soviética gracias a Cuba.

Cuba siempre ha tenido su propio camino político, económico y social y no fue un satélite de la Unión Soviética. Las relaciones con Cuba sólo se establecieron un año y medio después de la revolución. En mayo de 1960 se establece la embajada soviética en la Habana (en Cuba la Revolución no triunfó gracias la URSS). Cuba siempre mantuvo una política independiente. Los cubanos nunca consultaron a la Unión Soviética lo que ellos hacían en América Latina. La consideraban un área de ellos: el mismo idioma, la misma religión, la misma historia, la misma mentalidad.

Los cubanos actuaron en forma independiente en Etiopía, Angola, Bolivia.
De modo que los cubanos nunca fueron satélites. Muchas veces se acercaban o se alejaban de nosotros por motivos tácticos, pero no se podría decir que eran satélites.

¿Qué significó Chile para la Unión Soviética y en qué medida la victoria de Salvador Allende afectó la visión que tenía de Chile la Unión Soviética?

Chile: Gran relevancia en todo el mundo, por aquello de la vía chilena al socialismo. Chile presentaba una oportunidad única para demostrar al mundo que el socialismo era capaz de triunfar usando la vía electoral, pacífica. En esto consistía su atracción y su importancia política para todo el mundo, especialmente para las fuerzas de izquierda. La instauración del socialismo siempre antes había estado ligada con el empleo de la fuerza, con la violencia, con la revolución y la guerra civil. Así fue en la Unión Soviética con la Revolución de Octubre. En China, el triunfo de la revolución fue en gran parte hechura de la Unión Soviética, porque les dimos territorios liberados de los japoneses, les dimos armamento en abundancia: armamento que cogimos como botín en la Segunda Guerra Mundial. Y en Europa Oriental fue el ejército soviético el que, persiguiendo a los nazis, estableció regímenes socialistas en esos países.

En América Latina había dos grandes ejemplos. Cuba que había alcanzado el socialismo sin la intervención extranjera y Chile que lo había alcanzado por la vía pacífica. Allende conservó la antigua máquina gubernamental, el ejército, el sistema judicial… Claro, todas nuestras simpatías estaban con este experimento, y por eso seguimos con mucha atención el caso chileno. Pero no creíamos en su éxito, porque lo de Chile contradecía en todo lo que estaba escrito y habíamos aprendido.

Fuente: Nikolai Llenov, La Inteligencia Soviética en América Latina Durante la Guerra Fría. En Estudios Públicos Nº 73, verano 1999 Páginas 32-63. 

Nicolai Llenov fue General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991. Charla realizada en Centro de Estudios Públicos el 22 de septiembre de 1998.

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